Manual de Filosofía en español

Alienación personal (concepto filosófico: teológico y metafísico)

La “alienación” se predica, con pretensiones filosóficas (no meramente científico categoriales), de individuos o de personas no necesariamente “dementes”, sino ordinarias, que llevan una vida corriente, “normal”. De aquí la dificultad de esta idea y el peligro de llevarla al terreno teológico o puramente metafísico. Por ejemplo: a) Al terreno del pecado original: según San Agustín, Adán (el hombre) al pecar se hizo “otro”, es decir, se “alienó”, puesto que su originario “estado de Gracia”, que consistía en “vivir en presencia de Dios”, se transformó cuando Adán (el hombre), volviéndose de espaldas a Él, se internó en sí mismo, en su soberbia y en su egoísmo: tal es la “alienación teológica”. b) Al terreno de la falsa conciencia: según Marx la conciencia es una especie de “cámara oscura” que vuelve las cosas del revés: por ejemplo, pone a los dioses como causas del hombre cuando fue el hombre quien causó a los dioses (tal es la “alienación religiosa”).

Individuo y Persona